Sirviendo en la Mesa de la Gracia

“Cuando participas en la Liturgia realizando tu servicio de altar, ofreces un testimonio a todos. Tu absorción, la devoción que brota de tu corazón y se expresa en gestos, en cantos, en las respuestas: si lo haces correctamente y no distraídamente, entonces, de alguna manera, tu testimonio conmueve a la gente.”

Papa Benedicto XVI

Dirigiéndose a los monaguillos

2 de agosto de 2006

Responsabilidades

• Participar en la formación inicial y continua según lo programado
• Debe estar disponible cuando esté programado (aproximadamente dos veces al mes) o encontrar un reemplazo de la lista de monaguillos proporcionada.
• Ser capaces de trabajar juntos como un equipo.
• Llega a la sacristía 15 minutos antes del inicio de la misa para preparar adecuadamente el altar y a ti mismo.
• Vístete apropiadamente.
• Comprenda la estructura litúrgica de la Misa que va a oficiar.
• Aunque no esté programado, pase por la sacristía para verificar si se necesitan monaguillos adicionales. Esté disponible para ayudar si es necesario.

Los monaguillos deben:

• Tener un fuerte deseo de servir en el Altar de Nuestro Señor Jesucristo.
• Deben tener un profundo sentido del espíritu de la liturgia y estar capacitados para desempeñar sus funciones de manera correcta y ordenada.
• Sé un miembro activo de la comunidad parroquial y cree en las enseñanzas de la Santa Iglesia Católica.
• Ser varón o mujer, cursando 4º grado o superior, y haber recibido ya los sacramentos de la Reconciliación y la Comunión.
• Anticipa lo que puede suceder a continuación prestando atención al sacerdote durante toda la misa.
• Tener la capacidad física para ayudar en el altar.

Compromiso de tiempo

• Además de la formación inicial y continua, se programan servidores aproximadamente cada 3 meses.
• Se requieren monaguillos en todas las misas; deben estar disponibles siempre que sea posible si se necesita cubrir la misa.